Una de las civilizaciones antiguas que más hicieron uso del color fue la de Egipto. Tanto las paredes decoradas, como objetos pintados, materiales de pintores y escribas se pueden ver hoy en día en los museos y son testigos de los milenios en los que fueron utilizados este tipo de materiales.
Podemos abarcar dos categorías: la naturalista que trata sobre paisajes y momentos de la vida cotidiana, y el empleo religioso donde la gama de colores se restringe a seis con una carga simbólica muy importante: cada color estaba asociado a una piedra preciosa o un metal.
Si bien los colores utilizados por sus antecesores eran el rojo y el amarillo se añaden ahora el azul oscuro y el azul claro, verdes, el violeta, el color blanco y el oro.
Aparece en esta etapa el elemento aglutinante que en este caso estaba hecho con goma de acacia para formar la capa pictórica. También es importante resaltar la aparición de nuevos soportes aparte de las paredes, como ocurría en la época prehistórica; ahora también se pintarán objetos estatuillas y papiros.
Fue una etapa bastante innovadora con la aparición de nuevos pigmentos. Por ejemplo en el caso del rojo además del ocre en la baja Nubia se utilizaron otros rojos como el sulfuro de arsénico hoy conocido como rejalgar. En el caso de los verdes se utilizaba la malaquita y la atacamita, aunque es en el caso de los amarillos donde más se puede apreciar esta innovación utilizando el amarillo oro que es otro sulfuro de arsénico y el amarillo ácido de los jarrositas: barros que contienen sulfatos de Hierro, potasio y sodio.
Estos pigmentos se pueden encontrar por ejemplo en una misma obra como fue el sarcófago de la dama Henem.
Primeros pigmentos sintetizados
Valiéndose de sus habilidades con el fuego, los artesanos desarrollan desde el tercer milenio la fabricación de un silicato doble de cobre y de calcio que mitigaba la carencia de minerales azules disponibles en la zona. Este tipo de material servirá tanto para realizar objetos macizos como para ser materia prima de pigmentos, pinturas y tintas.
Será exportado; los romanos lo adoptarán bajo el nombre de azul de Alejandría. Junto con la adición de sales alcalinas estos pigmentos serán los responsables de nuevas cubiertas espectaculares de cera.
El origen del cobalto, elemento cuyos yacimientos son muy escasos en el mundo ha generado diversas opiniones. Su procedencia parece ser autóctona.
Según parece los artesanos responsables de la preparación de pigmentos también lo eran de los productos medicinales.
Escribir y pintar sobre papiro
El papiro es un gran soporte apto para la pintura y la escritura. Los egipcios inventaron tanto el papiro como la tinta. La tinta es una dilución muy opaca de negro de humo en agua. Los egipcios aplicaron esta receta también para el uso de otros colores, aunque planteaba un problema, ya que la tinta debe ser más fluida que la pintura y por tanto pierde opacidad. Este problema es menor para las tintas negras, de ahí que su uso sea universal. Comentar que la versión china de la tinta negra no apareció hasta 3000 años más tarde.
Teñido de telas
Por desgracia, debido a la dificultad que tienen las telas para sobrevivir al paso del tiempo, hay pocas pruebas de los tejidos teñidos de aquel día. Hoy en día sabemos que se utilizó el tinte conocido como rubia para teñir telas de lino que se encontraron en las tumbas del valle del Nilo. También se han identificado en algunas tumbas granos de cártamo o alazor.
Si nos fíaramos de los textos antiguos, Plinio el viejo señala que los tintoreros egipcios utilizaban el índigo, el quermés, la orchilla, la orcatena, el aladierna, el jugo de mora, el alazor y los taninos. También según él, los egipcios habrían inventado el mordentado, que es un tratamiento de las fibras que permite fijar más sólidamente el colorante.
Referencias- Historias de los pigmentos y colorantes por Francois Delamare y Bernard Guineau.