En la edad media se produce un enriquecimiento considerable de la paleta de colores a los materiales heredados de la antigüedad. De un modo progresivo se añaden y luego se sustituyen otros pigmentos y colorantes que se adaptará mejor a los nuevos soportes utilizados para la pintura y también para una industria textil que vive un período de auge esto conllevará la búsqueda de nuevos colores.
También se pudo comprobar que en la pintura aparecen productos que vienen de los tres reinos: mineral, vegetal y animal. Estos Irán sustituyendo a los colores de la antigüedad.
El azul de lapislázuli, que se importó de oriente con un precio muy alto, destrona al azul egipcio que se venía utilizando en todo el imperio romano. El violeta de folio y la laca encarnada que se extraen del reino vegetal reemplazan al antiguo púrpura, que de hecho se extingue. El verde de resina de cobre suplanta a la malaquita; el peligroso oroPimente amarillo se sustituye por el amarillo de estaño o plomo.
Ocurre un cambio técnico y económico referente a las tinturas: técnico porque aunque los colorantes siguen siendo los mismos que en la antigüedad los procesos se perfecciona y esto permite la obtención de tinte de cualquier tipo de material y de colores vivos. También un aspecto económico pues la industria textil pasa a ser el motor de la economía; ya no era necesario importar las telas desde oriente y ahora por contrario se podrían fabricar de una forma local.
La moda de los tejidos coloreados se puede ver ya en el siglo XII, tanto los trajes como en bordados y murales. La clasificación de los colores sufre también sensibles modificaciones, cada color cambia de atributos según la evolución del contexto político, económico y social. Hay una oposición entre los colores vivos y los mates que es mantenida; el azul predomina por encima del rojo.
Permitid un inciso por si tuvierais necesidad de pigmentos actuales de óxido de hierro.
El arte del teñido ha dependido siempre en gran medida de las materias primas vegetales que pueden dar todos los tonos menos los verdes. Estos colores no eran muy estables y se deslavaban rápidamente excepto algunos como el rojo vivo de rubia y los amarillos tostados taninos.
La gente del pueblo sin embargo vestía de una ropa más mate: o no eran teñidas o si lo son eran con colorantes que obtenían del bosque y de los montes: mora y arándanos para los azules, líquenes para los malvas, rubias salvajes, romanza y orcaneta para los rojos. Cabe decir de las mordientes que eran poco eficaces, por ejemplo serían cenizas, orina fermentada y vinagre por eso los tonos que se obtienen no eran perdurables en el tiempo.
Las clases pudientes sin embargo si conseguían otro tipo de calidad de colores, pues estos eran tonos vivos resistentes a lo largo del tiempo. El oficio de tintorero será muy importante. Aquí como en los demás oficios habrá por lo tanto gremios.
Los tintoreros se agrupaban bajo el patrocinio de San Mauricio en dos categorías: los tin toreros de buen o gran teñido y los de pequeño teñido.
En el primero estaban los artesanos que trabajaban con productos de calidad superior Tenían las mejores telas y sólo utilizaban colorantes que tuvieran una probada resistencia a la luz.
Los tintoreros de pequeño tejido se reparten el resto de la clientela que era menos solvente pero más numerosa y proporcionaban telas que tendrían menor calidad y con colorante menos estables.
Debido a la evolución de la moda y de los suministros era frecuente los conflictos entre ambos premios por lo tanto se establecieron reglamentos hasta el mínimo detalle y también se realiza el aprovechamiento de los cursos de agua para que cada gremio pueda disfrutar de agua limpia para lavar las telas antes y después del teñido.
Referencias- Historia de los pigmentos Francois Delamare y Bernard Guineau.